Esperar un bebé tiene que ser uno de los mejores sentimientos del mundo. Solo pensar en los momentos felices que siguen con el nacimiento de ese paquete de alegría causa emoción en los futuros padres.
Una mujer llamada Valerie Watts estaba ansiosa por ver el rostro de su bebé, pero su felicidad y corazón fueron destrozados cuando dio a luz a un bebé varón nacido muerto. Su embarazo había transcurrido muy bien todo el tiempo, pero luego, de repente, eso cambió.
"Durante toda la semana, lo supe", reflexionó Watts. "No se movía tanto. Estaba muy nerviosa".
El cordón umbilical del bebé Noah se había pellizcado en el útero, y su vida terminó antes de comenzar.
Watts no podía superar la tristeza. Aunque su bebé no lo logró, no estaba lista para desprenderse de la cuna que le compró, y tenerla en casa era un recordatorio de la tragedia que le había golpeado.